La organización de entidades públicas y privadas

La organización de las entidades públicas y privadas es un pilar fundamental en la estructura económica de cualquier país. Las empresas, tanto públicas como privadas, juegan un papel crucial en la satisfacción de las necesidades de la sociedad, pero se diferencian en aspectos clave como la propiedad, los objetivos y la forma de gestión. A lo largo de esta entrada, se abordarán las características distintivas de las empresas públicas y privadas, así como sus principales diferencias y los elementos comunes en su estructura organizativa.

Organizacion de entidades publicas y privadas

Empresa pública y empresa privada

Las empresas públicas son aquellas que pertenecen al Estado, ya sea a nivel nacional, regional o local. Estas empresas se crean con el objetivo de prestar servicios o suministrar productos de interés general, sin que el beneficio económico sea su principal meta. Por lo tanto, los resultados no se miden en función de los dividendos obtenidos, sino por el grado de satisfacción y bienestar proporcionado a la comunidad.

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Por otro lado, las empresas privadas tienen como finalidad principal la obtención de beneficios económicos, ofreciendo productos o servicios para satisfacer las demandas del mercado. Estas organizaciones son propiedad de individuos o entidades jurídicas que gestionan la empresa con el propósito de maximizar las ganancias. Ejemplos de empresas privadas incluyen grandes multinacionales, pymes y autónomos.

Principales diferencias entre la empresa pública y la privada

Aunque ambas forman parte del tejido empresarial, existen diferencias notables entre empresas públicas y privadas:

  1. Propiedad y gestión: En las empresas públicas, el Estado posee la mayoría del capital y controla la gestión, mientras que en las privadas, la propiedad recae en manos de particulares o accionistas.
  2. Objetivos: Las empresas públicas persiguen el interés general, enfocándose en servicios que pueden no ser rentables pero sí necesarios para la sociedad, como la sanidad o el transporte público. Las empresas privadas, en cambio, buscan maximizar sus beneficios.
  3. Financiación: Las empresas públicas suelen financiarse con fondos estatales, procedentes de los impuestos recaudados, mientras que las privadas dependen de los ingresos generados por sus operaciones y de la financiación externa.
  4. Toma de decisiones: La toma de decisiones en las empresas públicas está más centralizada y regulada por leyes y políticas gubernamentales. En las privadas, las decisiones se toman en función de la estrategia empresarial definida por los propietarios o accionistas.

Elementos de la empresa (pública y privada)

Toda empresa, ya sea pública o privada, está compuesta por una serie de elementos que permiten su funcionamiento. Estos elementos se dividen en:

  1. Factores activos: Incluyen a las personas que forman parte de la organización, como los empleados, directivos y propietarios del capital. Los trabajadores son el motor de la actividad diaria, mientras que los directivos se encargan de la gestión y toma de decisiones.
  2. Factores pasivos: Se refieren a los recursos materiales e inmateriales con los que cuenta la empresa para desarrollar su actividad. Estos pueden ser bienes tangibles, como maquinaria e instalaciones, o intangibles, como patentes o marcas.

Clases de empresa

Las empresas se pueden clasificar en diferentes categorías según varios criterios:

  1. Según la propiedad del capital:
    • Empresas públicas: El capital pertenece al Estado.
    • Empresas privadas: La propiedad es de particulares.
    • Empresas mixtas: Combinan capital público y privado.
  2. Según su tamaño:
    • Microempresas: Con menos de 10 empleados.
    • Pequeñas empresas: Entre 11 y 49 empleados.
    • Medianas empresas: Hasta 250 empleados.
    • Grandes empresas: Con más de 250 empleados.
  3. Según el sector de actividad:
    • Primario: Agricultura, ganadería, minería, etc.
    • Secundario: Industria y construcción.
    • Terciario: Servicios, comercio, sanidad, etc.
  4. Según su forma jurídica:
    • Individual: Propiedad de una persona física.
    • Sociedades: Anónimas, limitadas, cooperativas, etc.
  5. Según su ámbito de actuación:
    • Local: Actúan en un área geográfica reducida.
    • Regional: Operan en una región determinada.
    • Nacional: Desarrollan su actividad en todo el país.
    • Internacional: Realizan operaciones en varios países.

Funciones de las empresas y la jerarquía

Las funciones empresariales incluyen la organización, dirección, producción, comercialización, finanzas y gestión de recursos humanos. Cada función tiene un propósito específico dentro de la organización y se estructura en diferentes niveles jerárquicos:

  1. Dirección general: Establece los objetivos a largo plazo y supervisa el funcionamiento global de la empresa.
  2. Departamentos funcionales: Gestionan áreas específicas como la producción, ventas o recursos humanos.
  3. Supervisión operativa: Dirige las operaciones diarias, asegurando que se cumplan los objetivos específicos de cada departamento.

La función administrativa

La función administrativa abarca la planificación, organización, dirección y control de los recursos empresariales para alcanzar los objetivos. Es fundamental para garantizar que la empresa funcione de manera ordenada y que los esfuerzos se enfoquen en la consecución de los fines establecidos. La administración implica también la toma de decisiones estratégicas y la evaluación continua de los resultados.

La estructura de la empresa

La estructura organizativa define cómo se dividen y coordinan las tareas en una empresa. Dependiendo de su tamaño y complejidad, la estructura puede ser:

  1. Lineal: Se caracteriza por una jerarquía simple y clara, adecuada para empresas pequeñas.
  2. Funcional: Divide la empresa en departamentos especializados, como finanzas, marketing y producción.
  3. Matricial: Combina la estructura funcional con equipos de proyecto, fomentando la flexibilidad y la comunicación transversal.

El organigrama

El organigrama es la representación gráfica de la estructura organizativa. Muestra las diferentes áreas, la jerarquía y las relaciones de autoridad dentro de la empresa. Existen varios tipos de organigramas, como el vertical, el horizontal y el circular, cada uno con características que se adaptan mejor a diferentes necesidades empresariales.

Los departamentos (departamentalización)

La departamentalización consiste en dividir la empresa en áreas especializadas para facilitar la gestión. Los principales tipos de departamentalización son:

  1. Funcional: Se basa en la especialización por funciones, como producción o ventas.
  2. Por producto: Cada departamento se encarga de un tipo de producto.
  3. Geográfica: La organización se divide en zonas según el área de operaciones.
  4. Por clientes: Los departamentos se crean en función del tipo de cliente al que se atiende.

Organización del entorno físico del espacio de acogida

La organización del entorno físico tiene un papel relevante en la imagen que transmite la empresa. Un espacio bien planificado mejora la productividad y el bienestar de los empleados, además de causar una buena impresión a los clientes. Factores como la disposición del mobiliario, la limpieza y el diseño interior deben ser considerados para lograr un ambiente de trabajo óptimo.

Organización básica del Estado y la Unión Europea

La organización del Estado español se divide en la Administración General del Estado, las administraciones autonómicas y locales. Además, la Unión Europea tiene sus propias instituciones, como el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de la UE, que desempeñan funciones específicas en la gestión y la administración de políticas comunes. Estas estructuras influyen en la regulación de las empresas y en la actividad económica.

En conclusión, la organización de las entidades públicas y privadas es un aspecto fundamental en la economía, ya que determina la forma en que se gestionan los recursos y se alcanzan los objetivos. Cada tipo de empresa tiene sus particularidades, pero todas comparten la necesidad de una estructura sólida que les permita responder a las exigencias del mercado y a los cambios en el entorno económico.

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